jueves, 19 de julio de 2007

Día 36 - Llegada a la FVF-RDT

Pune–Bangalore–Anantapur

Después de desayunar con Stéphane, Nitin apareció a las 11h00, hora acordada la noche anterior, por la entrada principal del NCRA, para dejarme en el aeropuerto de Pune y coger el vuelo de las 13h30. Durante el camino me dio la impresión de que había cambiado el sonido del claxon del autorickshaw: ahora era un pelín más estridente…

Ya en el aeropuerto, pude comprobar que los apagones deben ser frecuentes en todo el país, pues hubo hasta tres cortes de suministros en apenas cinco minutos. Me pareció curioso el cacheo por parte de la seguridad del aeropuerto. A los hombres, se nos escaneaba subidos a una tarima, mientras que a las mujeres las hacían pasar por una cabina cubierta por dos cortinas —anterior y posterior—. Compro una botella de agua y un sándwich para lo que queda de viaje y hago tiempo hasta el embarque que se realiza por la puerta 3 (de 3).

Bangalore
Coordenadas: 12'97º, 77'56º – Altitud: 920 m


El vuelo resulta ser puntual, por lo que llegamos a Bangalore, capital del estado de Karnataka, a las 15h. Tras pensarlo un rato, decido ir a Anantapur contratando un taxi de prepago en el mismo aeropuerto. El conductor, un tipo de poco más de veinte años, me pide que le siga y unos metros más hacia adelante, me ordena que le espere en una bifurcación, donde reaparecerá con el coche. Una vez subido, pasa antes por casa de su madre para no sé qué, ofreciéndome la posibilidad de tomar café y/o té, aunque opto por esperar en el coche.

Apenas cinco minutos más tarde, vuelve al turismo y nos ponemos en ruta. Me doy cuenta de que las matrículas ya no empiezan por MH (Maharashtra), sino por KA (Karnataka): OBVIO. Aunque pasan unos minutos hasta que me fijo en que los carteles están escritos en otro alfabeto. Se trata del canarés o kannada, el idioma oficial de la región, y parece ser un tanto más complicado que el hindi.

El paisaje va cambiando a medida que nos adentramos en el estado de Andhra Pradesh. Es más árido que el de Maharashtra, por lo que el poco verde contrasta de forma espectacular con la tierra rojiza de la región. Destaco la cantidad de parras que hay durante el camino.«For grapes' juice», me dice el conductor. —¡Pues menudo desperdicio!—

Anantapur - FVF-RDT
Coordenadas: 14'68º, 77'6º – Altitud: 335 m


Entre pitos y flautas, llegamos a Anantapur a las 20h30. Ya sólo queda encontrar el modo de llegar hasta la Fundación Vicente Ferrer o RDT (Rural Development Trust), como la conocen por la zona. Nos encontramos con un pequeño problema: aquí se habla otro idioma, el telugú, que ni el conductor ni, mucho menos, yo hablamos.

Al final conseguimos que nos guíen hasta la entrada, donde me entregan la llave de la habitación 28. Una habitación doble para mí solo, una vez más: ¡Fantástico! Dejo mis cosas y me dirijo a la cantina, pues son cerca de las 21h.

No hay nadie, por lo que, con la ayuda de dos mujeres indias encargadas de la cocina, me sirvo un buen plato de comida. Ando un tanto famélico, la verdad :P Al poco aparece Llorenç, un fotógrafo catalán que lleva nueve años en la fundación. Me comenta que aquí llevan horario español, por lo que no comen hasta las 21h. Y yo que pensaba que iba a cenar solo… Menuda alegría.

Resulta que hace un par de días que llegó a la RDT un grupo de padrinos españoles. Llevan doce días haciendo la Ruta del Sur y los últimos cuatro se quedan en la fundación para ver las instalaciones y, cuando quieren, sus niños y niñas apadrinados/as, que viven en pueblos más o menos alejados de la región.

Mientras ceno, visitantos y voluntarios están presenciando en una conferencia que está dando Vicente en la sala conjunta a la cantina, pero no me doy cuenta: supongo que estoy un poquillo cansado. Al terminar, se sientan a mi alrededor buena parte de los padrinos. Vienen de distintas zonas del país:
- Barcelona:
- Bizkaia: Javier,
- Toledo:
- Mallorca:

Aprovechamos para charlar un rato y me comentan lo que han estado haciendo durante esta ruta índica. Lo último, inaugurar unas casas en un pueblo de la región.

Al terminar, se acerca Llorenç a interesarse por mi integración. Le pregunto por Javier Curras, un arquitecto gallego, amigo de una amiga, que lleva varios meses trabajando como voluntario en la Fundación y me lo señala en la mesa de al lado. Ahí le conozco, junto con otros voluntarios/as: Pedro (aparejador, de Bilbao), Blanca y María José (profesoras, de Madrid), Anne y Marta (R3 y estudiante de 5º curso Medicina, de San Sebastián y Bilbao), Xavi (cirujano, de Barcelona), Martín, Pere y Gore (jugadores de hockey, de Terrassa), Alba y Núria (profesoras para niños invidentes, de Barcelona); más tarde se pasó Sandra, de Terrassa, que trabaja en la oficina junto a Vicente y David.

Una noche como primera toma de contacto con gente que ha resultado ser fantástica :)

1 comentario:

happy79 dijo...

Hola!

De casualidad encontré tu cuaderno de viaje navegando por ahí :).
Me llamo Idoia y con otra gente, estamos intentando promover la labor de la Fundación Vicente Ferrer por la red. Por ahora, hemos formado un par de grupos en "Facebook". Si te apetece, sería genial que pudieras contar tu experiencia allí. Si no, ¿te importa que pongamos un link a tu diario de viaje?

Gracias y un saludo! :)
Idoia (happyido@yahoo.com)